¿Se puede entrenar con una hernia discal? Sí, se puede. Tener una hernia discal no nos vuelve inválidos. No hay que tener miedo a moverse.
Sigue leyendo para conocer más sobre las hernias discales.
La hernia discal es una enfermedad en la que parte del disco intervertebral (núcleo pulposo) se desplaza hacia la raíz nerviosa, la presiona y produce dolor.
Lumbago
Dolor ciático
Hormigueo
Debilidad muscular
Pérdida de fuerza
La principal causa de una hernia discal es el desgaste natural relacionado con el envejecimiento.
Los discos se vuelven menos flexibles y más propensos a romperse.
Sobrepeso, obesidad.
Sedentarismo.
Mala higiene postural.
Tabaco.
Trabajos físicamente exigentes.
Para tratar una hernia de disco existen dos opciones: un tratamiento conservador y la operación.
El tratamiento conservador es la opción más común y más recomendada por médicos. Este tipo de tratamiento incluye ejercicio físico personalizado.
La operación casi nunca es la primera opción. ¿Cuándo se acude a la cirugía? Cuando el tratamiento conservador no da resultado y con el paso del tiempo el dolor persiste, no se puede controlar y es muy alto.
Si tienes una hernia discal puedes y debes entrenar.
El entrenamiento de fuerza junto al trabajo de la movilidad y CORE te ayudará a sentirte mejor y contribuirá a que el dolor baje y/o desaparezca.
¿Cómo entrenar? Priorizando los ejercicios de espalda, glúteos y CORE.
En muchos casos la hernia discal no es para toda la vida y se reabsorbe tras seguir un tratamiento conservador que incluye ejercicio físico individualizado y personalizado.
Muévete y haz ejercicio, tu espalda te lo agradecerá.
Una espalda fuerte es una espalda sana.
¡ENTRENA!