¿Quién ha sufrido alguna vez dolor de espalda? Casi todos.
¿Quién conoce a alguien que sufre dolores de espalda cada cierto tiempo? Casi todos, por no decir todos.
Y es que el dolor de espalda es una de las patologías más frecuentes y uno de los principales motivos de absentismo laboral, siendo la lumbalgia la más común.
Lucía Guerrero Romero, en su webinar "Ejercicio físico en población con dolor lumbar" publica los siguientes datos:
El 59-84% de la población sufrirá dolor lumbar en algún momento de su vida.
El 80-90% se recuperarán en 6 semanas.
Hasta el 86% de los pacientes volverán a sufrir dolor.
Conclusión: el dolor de espalda es un problema de salud crónico.
Lo primero que nos viene a la cabeza al pensar en dolor de espalda son las hernias discales y que por eso nos duele alguna zona de la espalda. Pero no es necesario llegar a ese punto para sufrir molestias y dolores.
Lo más común es que el médico no concluya un diagnóstico específico. En el caso del dolor lumbar, el 90% de los síntomas son inespecíficos. La mayoría de especialistas achacan el dolor al desgaste de las estructuras de la columna vertebral y a un excesivo mal uso, como puede ser la flexión lumbar cuando nos agachamos a coger un objeto.
➡ Puede interesarte: Entrenar con una hernia discal
El dolor de espalda puede ser provocado por muchas causas.
Desgaste de los discos intervertebrales: protusiones y hernias discales.
Malas posturas y movimientos.
Sedentarismo, inactividad física y sobrepeso.
Trabajo.
Edad.
Genética.
Como bien dice Stuart McGill, en el proceso de mejora del dolor de espalda lo más importante es conocer y ser conscientes de los movimientos y de las posturas que producen el dolor, y así evitarlos.
Podríamos establecer los siguientes pasos:
Acudir a un profesional cualificado para que nos dé un diagnóstico. Localizará el dolor y conocerá la causa.
Aumentar la consciencia corporal. Ser consciente de los movimientos y posturas que producen el dolor.
Reemplazarlos por patrones de movimiento que nos permitan movernos bien y sin dolor.
Acudir a un profesional cualificado para que nos desarrolle un plan de entrenamiento individualizado, seguro y eficaz.
Es cierto que el dolor de espalda nos va a limitar algunas actividades, especialmente deportivas, pero no nos debe dar miedo movernos, no debemos sentirnos impedidos.
En personas con dolor lumbar crónico no se recomienda el reposo en cama. Solamente si la intensidad del dolor lo requiere, y será de la menor duración posible. Se recomienda la realización de ejercicio físico como parte del tratamiento.
En personas con dolor de espalda, el ejercicio les ayudará a:
Corregir la postura.
Ser consciente de su cuerpo y moverse bien.
Aumentar/mantener la masa muscular.
Tener un peso saludable.
EL REPOSO Y LOS ANALGÉSICOS NO SON LA SOLUCIÓN.
¡MENOS PASTILLAS Y MÁS ZAPATILLAS!